EL DÍA EN QUE COMÍ CORDERO LECHAL O LECHAZO

EL DÍA EN QUE COMÍ CORDERO LECHAL O LECHAZO

Habían pasados unos días malos en España, Cataluña

En nuestra última cena comeríamos cordero lechal y beberíamos vino.

 

El vino que beberíamos sería vino de España, vino de Castilla la mancha, de los vinos de España.

Me reuní con mis amigos y les di el cordero lechal o  lechazo en platos de barro, el cordero lo había cocinado con quesos y nueces.

Era un buen ejemplar de lechazo, cordero lechal el que nos dio su cuerpo para nuestra última cena, antes de la tercera guerra mundial.

Bebimos unos excelentes vinos de España, unos vinos de Castilla la mancha muy buenos, de los vinos de castilla de la mancha, de los vinos de España.

El cordero lechal en mi receta de queso y nueces, queso azul francés y nueces del Macadama, gustó mucho a todos los comensales.

Pasé el vino para que bebieran todos.

UN DÍA EN EL CAMPO

Marcelo y yo nos dirigimos a un lugar entre la A2 Y LA A6 para comer cordero lechal que llevábamos en el maletero del coche en unas cañas de barro pinchado. Entonces éramos más jóvenes, recuerdo que estaban mi hermana y mi cuñado, cuando le pagaban 150.000 pesetas de sueldo y era mucho dinero, antes de que los pisos costaran más de 8 millones ( de pesetas) ¡Nos encantaba el cordero!

LLEGAMOS A UN MERENDERO Y CREO QUE LO PASAMOS BIEN, BEBIMOS VINO DE RIBERA DE DUERO Y DE CASTILLA LA MANCHA y alguno con gaseosa porque hacía calor.

En aquella época la gente cogía la comida y ya hecha la guardaba en el maletero del coche en ollas directamente y también en bandejas y tapers, luego se comía en el campo en los merenderos.

Los coches llegaban hasta un lugar que decía XONA VIGILADA y ahí era donde se podía estar seguro, había zonas de parrillas para que te pudieras cocinar la comida si querías, pero cómo luego eso produjo muchos incendios en el monte, acabaron quitándolas.

Escogías una mesa del merendero y aparcabas el coche cerca con el maletero mirando hacia ti, hacia nosotros, y después le dábamos a la manduca, se fumaban cigarriilos de postre que se echaban a las latas de cerveza arrugadas con fuerza para que nadie se bebiese una colilla de la lata.

Era algo que sabíamos todos, cuando se acababa una lata de cerveza se la hacía una ruguez y se usaba de cenicero, alguno que no lo sabía se bebió ceniza alguna vez.

Pasábamos toda la tarde así, los niños se iban a jugar al fútbol y los hombres hablaban de política, no conozco un año donde la gente no se quejase del gobierno en este país y he nacido en democracia, pero antes también debía ser lo mismo.

Bien cociditos nos cogíamos el coche de vuelta y no había controles de la Guardia Civil ni cinturón de seguridad en las puertas de atrás, ni llevábamos móviles y llegábamos todos a destino.

El codero lechal se comía con gusto, el pan se echaba al suelo para los pájaros.

Las hormigas se llevaban el papel de los quesitos y cosas así.

RELATO DE HUMOR

EL PODER Y LA GORDA

Con su vino de ribera de Duero, su cordero lechal y su aceite de oliva virgen, y mas aun, con sus botellas de vino de Castilla la Mancha el hombre diminuto, canijo, miraba sus nudillos amarillentos sobre sus piernas flacas, estaba situado encima de una mesa diminuta a modo de asiento, hacia un calor de mil demonios.
--¿Usted también se queda aquí? -
-¿Qué ha dicho?-- lanzo una mirada torba desede sus ojos azules color humo. -
-Nada, que si usted también se queda. El hombre diminuto miró a su interlocutor, con negros ojos de indio pero con una estatura media superior a los nativos del valle. Las botellas de Ribera de Duero tinteneaban con un sonido sordo. -
-¿Aqué se dedica?--contesto el hombrecillo. -
-Soy ingeniero... -
-¿Qué tipo de ingeniero?--dijo con brutalidad y desconfianza --Industrial...¿Qué lleva ahí?--Habia en su voz una oposicion recalcitrante, nada conciliadora. -
-Vino...Vino de Ribera de Duero. Vengo de comprar vino de Ribera de Duero y cordero lechal, vengo de comprar Cordero Lechal. --El cordero lechal no me interesa...¿Quiere beber algo? -
-Usted también tiene vino--respondió con fierezxa el hombrecillo. -
-Lleco un tiempo deseando no vivir más aquí--dijo el ingeniero--éste no es lugar para alguien de mi catogería. Usted parece alguien educado...¿Me entiende? -
-Si--dijo el hombrecillo--acerque los vasos. -
-Parece que el barco no va a zarpar aún, muy buena idea comprar vino de ribera de Duero, vino de barrica y también comprar aceite de oliva virgen -
-Soy hombre previsor...¿Quié es esa mujer? -
-Ah, ella, vienen muchas por el barco...Está un poco gorda¿no le parece? -
-Me da igual 8 que 80 -
-Por eso ha estallado la revolución, los camisas rojas darán con usted... --No les tengo miedo --¿A qué se dedica? -
-A comprar...comprar vino de barrica, vino de Ribera de duero roble, vino de roble, comprar cordero lechal y aceite de oliva virgen, comprar aceite de oliva virgen... La sirena del barco aulló dos veces, los hombres iban a quedarse de nuevo en tierra. -
-¿No coje usted ese barco? -
-¿Y usted? -
-Beba

RESTAURANTES DE CASTILLA Y LEÓN

Saludos. Puede que un día en un hotel valladolid te hayas dado cuenta de la cantidad de extranjeros que hay, ingleses, alemanes, franceses...Son gente que han venido en el avión que a escala directa les deja en el aeropuerto de VILLANUBLA y que vienen de Londres, París o Berlín. En su mayoría son jubilados o prejubilados, buscan en Castilla y León cierta cultura medieval y se toman las vacaciones cómo una salida al campo, cómo la llegada a un país rural más tranquilo. Es cierto que vienen buscando un turismo cultural pero ante todo quieren comer bien, buenas viandas y piezas de caza que manducar con fruición para solaz y esparcimiento de sus estómagos y de sus almas.

Se pirran por el cochinillo de Segovia, por el Lechazo de Valladolid, por el cordero lechal de Castilla y León y sobre todo por los vinos de España, por el Ribera de Duero, el Prtos, el Marqués de Cáceres y el tempranillo, vinos de los que no disfrutan tanto en sus países.

Se asombran de la tranquilidad y la falta de delincuencia organizada que hay en Castilla y León y por la tranquilidad de sus gentes y por su aspecto pacífico y rural y nada cosmopolíta con las problemáticas del mundo globalizado que conlleva un lugar cosmopolita abigarrado y confuso, VIENEN BUSCANDO UNA IDENTIDAD que ya se ha perdido incluso en sus tierras por el apelmazamiento de credos y culturas y aquello que en su día se llamaba relativismo cultural.

Están maravillados de la inocencia y simplicidad de nuestras gentes y comen en los mejores restaurantes de Castilla y de León y hacen un tipo de ocio tranquilo, propio de sus años y fuera de la órbita del gamberrismo imperante en las costas y BARCELONA que es otro tipo de turismo, turismo de borrachera ( se le ha llamado así) de la mano de touroperadores, para gente muy joven, que, ciertamente, está en la edad de hacer el bobo.

Pero CASTILLA y LEÓN ES UN REMANSO DE PAZ, donde sienta bien la comida y el buen yantar.